El atestado de un accidente con alcoholemia es muy importante para probar la responsabilidad del conductor culpable. En este artículo veremos qué sucede en un accidente trafico alcoholemia positiva, cómo y por qué se puede hacer una prueba de alcoholemia en caso de accidente y cómo es penado el delito de alcoholemia con accidente
Un accidente trafico alcoholemia positiva puede ser de dos tipos: aquellos en los que el responsable del mismo es el conductor que ha dado positivo en alcoholemia, o aquel accidente en el que es responsable otro conductor pero al hacernos la prueba de alcohol damos positivo.
Para los ocupantes de un vehículo involucrado en un siniestro con alcoholemia positiva, es indiferente el vehículo en el que viajen, ya que podrán reclamar siempre.
En los accidentes con alcoholemia positiva, siempre va a haber un atestado levantado por los agentes de la autoridad, en el que se va a hacer constar si ha habido alcoholemia en alguno de los conductores.

¿Qué es una alcoholemia positiva?
Podemos definir la alcoholemia como un término que sirve para definir la cantidad de alcohol que tenemos en la sangre. Es positiva en los casos en que las pruebas para detectar el nivel de alcohol en sangre demuestran que hay una determinada cantidad de alcohol presente en nuestra sangre y negativas cuando se evidencia que no hay rastro de alcohol en sangre.
El alcohol no afecta de la misma manera a todas las personas, y ello varía en función de determinados factores. Así, el sexo, la edad, el momento del día en que ingerimos el alcohol, el haberlo hecho acompañado de alimentos o incluso la constitución física o el peso, pueden determinar la influencia del alcohol en la persona.
Muchos conductores confían en sus capacidades para conducir bajo los efectos del alcohol, sin pensar en que se minoran las capacidades para conducir, disminuye la capacidad de reacción ante los imprevistos propios de la circulación, provocan sueño, y con todo ello se multiplican las posibilidades de sufrir un accidente.
La presencia de alcohol en sangre puede detectarse mediante análisis de sangre, si bien lo más habitual es en controles rutinarios, y en todo caso siempre se realiza cuando se ha producido un accidente de tráfico por alcohol.
Dependiendo de la tasa de alcohol que el conductor arroje en sangre, se le impondrá una sanción administrativa, o cuando se superen los límites establecidos o se provoque un accidente con heridos, se derivarán consecuencias penales para el mismo que pueden incluso en casos muy graves conllevar pena de cárcel.
La prueba de alcoholemia en accidente
La prueba de alcoholemia más utilizada y conocida es el denominado test de alcoholemia, que recoge la cantidad de alcohol en sangre utilizando unos aparatos denominados etilómetros, y que miden la tasa de alcohol en aire espirado de esa persona.
Esa tasa de alcohol es que determinará el tipo de sanción a imponer. Así, puede dar lugar a una infracción de carácter administrativo acompañado de la retirada de puntos del carnet de conducir, y puede, en casos de que la tasa supere los límites establecidos o haber provocado un accidente con víctimas, que se nos impute un delito contra la seguridad del tráfico, que conlleva consecuencias penales para el conductor que ha dado positivo alcoholemia.
Pese a que un conductor puede negarse a realizar una prueba de alcoholemia, no es recomendable, pues equivale a reconocer que hemos bebido y en esos casos los agentes de autoridad van a comunicarlo al Juzgado, pudiendo ser condenados por dicha negativa de conformidad con lo dispuesto en el Código Penal, además de imponernos una multa de 500 euros y 6 puntos del carnet de conducir por infracción del artículo 65.5 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial.
En caso de accidente de tráfico con alcoholemia positiva
Una alcoholemia puede ser una sanción administrativa o un delito, dependiendo del tipo de tasa arrojada por el conductor. Te recordamos las tasas permitidas y las sanciones en caso de dar positivo.
- Para tasa que oscile entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l, la multa es de 500 euros con retirada de 4 puntos del carnet.
- Para conductores noveles y profesionalesla tasa oscila entre 0,5 g/l y 0,15 mg/l, y si el conductor supera una tasa de 0,50 mg/l, la multa es de 1000 euros con retirada de 6 puntos del carnet, duplicándose la multa en caso de conductores reincidentes.
En caso de que la alcoholemia positiva arroje una tasa que supere 0,60 mg/l en aire espirado o de 1,20 g/l en sangre o de 0,30 mg/l en caso de noveles y profesionales. Es decir cuando se duplique la tasa permitida, se considera que se ha cometido un delito contra la seguridad vial.
En estos casos la pena oscila entre tres y seis meses de cárcel, con multa de seis a doce meses, trabajo comunitario de 30 a 90 días y prohibición de conducir durante un periodo de entre uno y cuatro años.
Debes tomar en cuenta que en caso provocar un accidente con una alcoholemia positiva, no importa si la tasa no supera la necesaria para el delito o sanción administrativa, de igual manera el conductor será juzgado por un delito contra de la seguridad vial, basado en los síntomas del conductor.
Si el conductor responsable es quien ha dado positivo, habrá que atender al resultado de la prueba de alcoholemia que va a indicar la tasa de alcohol en sangre del conductor.
Puede darse también el caso en el que el conductor provoque un accidente a sí mismo, es decir que choque contra un árbol, una marquesina o un coche aparcado. En este caso el conductor no tendrá derecho a recibir una indemnización, además deberá hacerse responsable de los daños que haya provocado.
Sin embargo, también puede darse el caso en el que a pesar de que el conductor esté circulando con una alcoholemia positiva, puede verse involucrado en un accidente provocado por otro conductor, por ejemplo si el conductor que ha bebido es impactado traseramente por otro vehículo, a pesar de conducir bajo los efectos del alcohol, esto no ha influido en el siniestro, a pesar de esto, el conductor afectado puede recibir una sanción administrativa o una citación a juicio, pero esto será independiente a sus derechos civiles como víctima de un accidente de tráfico.
En el caso que hemos explicado anteriormente es muy fácil determinar que el conductor ebrio no ha sido el culpable del accidente, pero desde Legalcar hemos tenido casos muchos más complejos, donde por la dinámica del accidente el conductor ebrio no es quien provoca el accidente, pero los agentes consideran que sí. En estos casos hay que plantearse la posibilidad de discutir el caso a través de la vía judicial.
Aseguradoras y alcoholemia
Muchos conductores desconocen el papel de su aseguradora en caso de dar positivo en alcoholemia tras haber provocado un accidente de tráfico. Y es precisamente en estos casos donde esta infracción, que ha provocado daños materiales y/o personales a otros usuarios de la vía, pueden llegar a arruinar al responsable, porque su seguro en estos supuestos no le cubre la responsabilidad civil.
Así, estos supuestos no están amparados por el seguro obligatorio. Esto significa que todas las pólizas de seguro prevén en estos supuestos una causa de exclusión de responsabilidad, lo que implica que será el propio conductor quien se haga cargo, con su patrimonio por los daños personales y materiales que hayan tenido en el siniestro.
Ello no significa que la aseguradora no va a pagar a las víctimas, pero después van a ejercer contra el conductor responsable que conducía bajo los efectos del alcohol el derecho de repetición, lo que implica que el mismo tendrá que reintegrar a su aseguradora dichas cantidades abonadas a las víctimas, que en caso de daños graves, por ejemplo con un fallecido o un gran lesionado, pueden ser millonarias y arruinar al culpable.
LEGALCAR
En Legalcar contamos con abogados especialistas en alcoholemias, por lo que si has dado positivo y tienes un juicio rápido podemos ayudarte con la asistencia a juicio rápido.
