Todos sabemos que cuando sufrimos un siniestro con nuestro coche y no somos culpables podemos reclamar una compensación económica. Sin embargo, no hay dos sucesos iguales. El proceso dependerá de muchos factores que condicionarán la cantidad final a recibir como indemnización por accidente de coche.
Factores determinantes en la valoración
A la hora de calcular la compensación económica a recibir por accidente de coche habrá que tener en cuenta todos los factores que serán determinantes a la hora de hacer una valoración de los daños y perjuicios sufridos.
Por otro lado, la cuenta se realiza tomando como base normativa el Baremo de Tráfico. Este establece los requisitos y factores que hay que aplicar para calcular la cantidad que nos corresponde.
La compañía de seguros responsable tiene que hacerse cargo de todos de los perjuicios sufridos por la víctima y esto comprende:
Daños materiales
Incluyen la reparación del vehículo o el pago del siniestro cuando el arreglo supera el valor venal del mismo. Así como la restitución o pago de cualquier objeto dañado en el siniestro, como pueden ser navegadores, equipaje, teléfonos, gafas, etcétera.
Daños personales
Se indemniza el tiempo que la víctima haya tardado en curarse desde la fecha del accidente hasta su alta médica (perjuicio personal básico y particular). Por otro lado también se atiende a las secuelas funcionales y/o estéticas que le hayan quedado, así como las operaciones quirúrgicas para solucionar sus lesiones o cualquier tipo de incapacidad sobrevenida a raíz de las mismas; entre otras cosas.
Perjuicio patrimonial
Incluye tanto el lucro cesante (cantidades que el accidentado ha dejado de percibir a causa del siniestro, como descuentos en una nómina por estar de baja o el lucro de los taxistas) como el daño emergente (cualquier gasto derivado del mismo, como los de farmacia, pruebas diagnósticas, rehabilitación o desplazamientos).
Tus derechos
Cuando sufrimos un accidente de tráfico tenemos derecho a ser resarcidos de cuantos daños y perjuicios hayamos sufrido y a percibir una indemnización:
- Daños materiales y reparación del vehículo.
- Lesiones sufridas en el accidente*.
- Gastos generados dentro de la sanidad.
- Gastos derivados del transporte como puede ser un coche de sustitución, facturas de taxi o metro o autobús.
- Los bienes y objetos dañados en el accidente (gafas rotas, ordenadores, móviles, etc).
*La valoración de las lesiones debe realizarla un perito médico especialista en valoración de daño corporal, que será quien fije en su informe médico pericial la valoración de las lesiones conforme a Baremo Legal de Tráfico. Esta valoración es, por así decirlo, la «traducción» de lenguaje médico a lenguaje jurídico de los daños personales sufridos en el siniestro.
Las aseguradoras, antes de abonar los daños, lesiones o gastos, solicitaran las pruebas necesarias para acreditar que no se trata de un fraude. No abonando aquellas que entiendan que son desproporcionadas, no justificadas o simplemente las que crean que no corresponden por no derivarse del accidente.
Tipos de accidentes de coche
Accidentes en cadena
Los accidentes en cadena pueden producirse de diferentes maneras y de acuerdo a la responsabilidad del siniestro se determina quién es el culpable y, por lo tanto, qué compañía será la encargada de indemnizar por los daños sufridos.
Accidente por lanzamiento
Se produce cuando un vehículo golpea a otro por detrás, provocando que éste sea lanzado hacia delante y que golpee a otro vehículo. Aunque por sentido común, consideremos que el coche que impacta primero es el culpable, algunas veces las compañías se niegan a pagar los daños provocados en la parte delantera del coche del medio y del de enfrente.
Accidente por alcance trasero
Si un coche se detiene súbitamente y el vehículo que viene detrás no puede detenerse, colisiona contra el coche detenido dando lugar a un choque por detrás y, como consecuencia de este choque, otro coche de estampa con el que chocó primero. En este caso el culpable no es el coche que se detiene sino el primero que impacta y posteriormente el segundo.
Choque trasero o alcance
Un accidente por choque trasero o alcance se produce cuando un vehículo golpea al que le precede por detrás. En muchas ocasiones se producen porque no se guarda la debida distancia de seguridad entre vehículos.
Si tenemos en cuenta que quien golpea por detrás tiene la culpa, si provoco un choque trasero con otro vehículo y soy culpable, no podré reclamar. Sin embargo, las víctimas de los coches culpables pueden reclamar por los daños y perjuicios sufridos en el accidente.
Accidente en rotonda
Uno de los accidentes que se producen en las glorietas es el clásico alcance trasero. Se produce cuando nos detenemos antes de acceder a la glorieta, cediendo el paso a los vehículos que circulan por la misma, y el vehículo que circula detrás de nosotros nos golpea por detrás.
Otro de los siniestros más comunes se produce cuando el vehículo que circula por alguno de los carriles centrales o de la izquierda, cruza todos los carriles de una vez para colocarse en el externo y tomar la salida que corresponda, colisionando con otro vehículo que circula correctamente por dicho carril.
Otro siniestro bastante habitual es el accidente en una rotonda con ciclistas, sobre todo en los casos en que van varios juntos circulando.
En los accidentes en rotondas, cuando se produce un alcance trasero porque el vehículo que nos precede se detiene en el ceda el paso que hay para acceder a la misma, la culpabilidad no es difícil de demostrar. En estos casos la responsabilidad es claramente del vehículo que golpea por detrás, que no guarda la distancia de seguridad.
Accidente en túnel
Muchos de los accidentes que se producen en los túneles ocurren por no respetar las normas de circulación en esos tramos. Muy habitual es ver cómo los vehículos circulan sin reducir la velocidad indicada para estos tramos, e incluso sin encender las luces, sobre todo en túneles con tramos cortos.
En un siniestro en un túnel debe acreditarse la responsabilidad del culpable para poder reclamar con garantías, para lo que necesitaremos el Atestado que hayan levantado los agentes de la autoridad, o el parte amistoso de accidente, en caso de que haya sido posible rellenarlo con el vehículo culpable. También los testigos presenciales podrán ayudar con su testimonio en caso de dudas sobre el modo de ocurrir el siniestro.
Responsabilidad en un accidente de tráfico
Para determinar la responsabilidad es necesario contar con pruebas que acrediten de manera clara y precisa la dinámica del siniestro, para no tener problemas para reclamar después.
Uno de los elementos probatorios más importantes es el parte amistoso. Rellenar el parte amistoso debe hacerse in situ, antes de abandonar el lugar del accidente. Cada parte debe rellenar sus datos.
Siempre recomendamos asegurarnos de que el parte se rellena correctamente, es decir, con el mayor número de datos posibles. Deben rellenarse las casillas correctas que se correspondan con la dinámica del accidente y si son varias, ponerlas todas.
También es importante rellenar el día, hora y lugar exacto del accidente, y marcar el SI de la casilla que indica si ha habido víctimas “incluso leves”.
Además el croquis del accidente debe estar bien dibujado y con todos los elementos que puedan haber intervenido en el accidente.
Otro elemento importante para determinar la responsabilidad son los testigos presenciales.
Proceso de peritraje tras el accidente
Recurrimos a un peritaje tras un accidente cuando hemos sufrido daños materiales de diversa índole y es necesario valorarlos para saber qué tipo de compensaciones económicas debe aplicarse: reparación, pago del siniestro, etcétera.
Normalmente las aseguradoras tienen sus propios peritos, que son los que se ocupan de valorar los distintos conceptos que tiene que pagar la compañía de seguros al perjudicado.
Atestados e informes médicos
El Atestado se convierte en el elemento probatorio más importante para acreditar la culpa a falta de parte amistoso, que por otro lado puede interpretarse de varias maneras.
En cuanto al papel de los informes médicos, resultan fundamentales para acreditar que han existido daños personales en el accidente.
Si declaran el coche siniestro
El siniestro total lo declara la aseguradora cuando, desde un punto de vista técnico, no se pueden arreglar los daños.
Principalmente porque el coste de la reparación supera el valor del mismo. Aunque, a veces también lo declaran porque con el arreglo no se mantendrían sus condiciones óptimas de seguridad.
¿Cómo se calcula el valor del coche?
Tu aseguradora va a calcular la cantidad que te tiene que pagar por el siniestro de tu vehículo en base al tipo de valor del mismo que se recoja en tu póliza de seguro y que pueden ser tres:
- El valor a nuevo: El precio venta al público de tu vehículo nuevo.
- El valor de mercado o reposición: Su valor si lo compraras en el momento inmediatamente anterior al accidente.
- El valor de afección: El valor venal incrementado en un tanto por ciento, que en términos generales se estima en el 30%.
¿Se puede reparar?
Si tú no eres culpable del accidente y a consecuencia de los daños sufridos te declaran tu vehículo siniestro total, podrías reclamar en base a lo establecido en el artículo 1902 del Código Civil la cantidad que corresponda para reponerlo al mismo estado en que se encontraba antes de tener el accidente.
Ello supone la reparación o la compensación económica que te cubra un vehículo igual al que tenías cuando sufres el siniestro, y en este caso se reclamará a la compañía de seguros del culpable del accidente.
Conducir sin estar en el seguro
Lo primero que hay que tener claro es que cada compañía de seguros tiene sus propias condiciones en cuanto a las coberturas al conductor y a los ocupantes de un vehículo, y, por tanto, no todas son iguales.
Lo habitual es, en casi todas las aseguradoras, que se establezcan una serie de condiciones para que, además de poder conducir el vehículo las personas que figuran en la póliza de seguro, puedan hacerlo también cualquier otra que cumplan unos requisitos de edad y/o de años que tengan el carnet de conducir (normalmente más de dos años de permiso de circulación y ser mayor de 26 años).
Prestarle el coche a un hijo y tener un accidente
En estos casos, para estar cubiertos, los hijos noveles deben estar incluidos en la póliza de seguro del coche que vayan a utilizar, bien como conductor principal o como ocasional, según lo vayan a utilizar más o menos.
Si no ha sido el culpable exclusivo del accidente, podrá reclamar lo que le pueda corresponder por los daños y perjuicios sufridos en el siniestro de la misma forma que cualquier otro perjudicado.