Uno de las lesiones más graves que se puede sufrir en un accidente de tráfico es la amputación de un miembro como por ejemplo una pierna o brazo.

No debemos olvidar, que además de la repercusión que este tipo de lesión puede ocasionar, éstas pueden afectar a nuestro entorno, vida social y psicológicamente, como ahora veremos.

Este tipo de lesiones suele ser frecuente en accidentes de moto y atropellos. No podemos olvidar aquí los famosos “quitamiedos” que debieron ser sustituidos de nuestras carreteras por el efecto guillotina que provocaban.

¿Cómo podemos reclamar este tipo de casos?

La respuesta es sencilla, como cualquier otro accidente, es decir, tenemos opción de reclamar en vía civil o en vía penal. Vamos a detallar cómo es el procedimiento en estas dos vías:

Vía civil

Consiste en una reclamación a la compañía de seguros del conductor responsable (debemos recordar aquí el requisito principal de necesidad de un responsable en el accidente para poder tener derecho a la indemnización. Es decir, si se trata de un accidente en el que sólo nos hemos visto involucrados nosotros, como podría ser una salida de vía, no tendremos derecho a indemnización alguna por el perjuicio que sufrimos). En estos casos, la Ley nos obliga a realizar un primer intento extrajudicial a la compañía de seguros y, en caso de no obtener un acuerdo satisfactorio, elevar la pretensión a la vía judicial a través de la presentación de un escrito de demanda. Esta vía es la vía más común de reclamación.

Vía penal

Podremos iniciar un procedimiento penal ya sea por presentación de denuncia al conductor responsable o bien por remisión del Atestado al Juzgado correspondiente. En cualquier caso, tras la modificación legal del año 2015, suelen ser pocos los procedimientos que se aperturan si no existe un delito en la comisión del accidente: alcoholemia, conducción sin carné, etc. Hemos de señalar aquí, que podría darse un delito de lesiones por imprudencia (siempre dependiendo de la dinámica de nuestro accidente) que puede argumentarse por la importancia de este tipo de lesión.

En cualquier caso, para poder entrar más en detalles os recomendamos visitar nuestro canal de Youtube donde se explican estas dos opciones de forma más detallada.

¿A qué conceptos tenemos derecho si sufrimos este tipo de lesiones?

Desde luego los conceptos básicos deben ser valorados, es decir, tiempo curación y secuelas. A ellos deben sumarse distintas valoraciones como el perjuicio estético que debe calificarse, dependiendo del número de miembros amputados, de importante a importantísimo.

Pero, ¿sólo existen estos conceptos? La respuesta es no. No podemos obviar el gran golpe moral que puede significar perder una pierna o un brazo, tanto desde el punto de la apariencia física, como la autoestima, el efecto en nuestra vida diaria o labora.

En este caso, sobra decir, que si nuestra psique se ve afectada por el accidente generando en cualquier enfermedad como pueden ser el trastorno adaptativo, depresión, ansiedad etc la misma debe venir valorada y, por tanto, indemnizada. Para ello, debemos tener la documentación médica que así lo acredite.

Hay que hacer énfasis, en este caso, en la necesidad de contar con especialistas en estas materias como son los psicólogos, grupos de víctimas de tráfico, etc. Y debemos recalcar también, que este tipo de lesiones pueden darse también en personas que no son el mismo lesionado.

No es descabellado el pensar en la repercusión que este tipo de secuelas puede tener en el entorno de la familia del lesionado y más allegados. En estos casos, y recordemos que siempre que pueda confirmarse con la correspondiente documentación, los familiares y allegados tienen derecho a ser indemnizados por este perjuicio.

Pero si vamos más allá y pensamos a medio-largo plazo nos surgen dudas como, ¿podré practicar boxeo de nuevo? ¿Podré seguir montando en bici? ¿Podré trabajar como cajera o conductor?

Este tipo de cuestiones, como vemos, puede afectar tanto a nuestra vida personal, de ocio y laboral. Por ello, el Baremo de Tráfico estable dos conceptos que deben tomarse en consideración en este tipo de indemnizaciones:

Pérdida de calidad de vida:

La Ley indica que “La indemnización por pérdida de calidad de vida tiene por objeto compensar el perjuicio moral particular que sufre la víctima por las secuelas que impiden o limitan su autonomía personal para realizar las actividades esenciales en el desarrollo de la vida ordinaria o su desarrollo personal mediante actividades específicas”. Es decir, que dicho concepto debe ser tenido en cuenta cuando, tras sufrir una amputación por un accidente de tráfico, nuestro trabajo puede verse afectado, no podemos realizar el deporte que realizábamos con anterioridad, no podemos realizar las tareas domésticas, nuestra vida familiar y de pareja se pueden ver afectadas, etc.

Lucro cesante:

Este concepto significa el dinero que dejamos de recibir por no podré realizar nuestro trabajo. Si tomamos como ejemplo el caso de un varón, de profesión habitual albañil, que a raíz de un accidente de tráfico sufre amputación de la pierna derecha, resulta claro que no podrá realizar las funciones de su trabajo; por lo que tendrá una incapacidad laboral. En estos casos, se establece una compensación económica derivada de esa incapacidad para poder trabajar en función del tipo de incapacidad, la edad del lesionado y el sueldo que venía percibiendo.

Legalcar

Desde luego, este tipo de lesiones conllevan, como hemos visto, un perjuicio personal y familiar  que debe ser tratado con la diligencia y empeño que merece, por lo que recomendamos que en estos casos se consulte con un abogado especialista en accidentes de tráfico para que nos pueda guiar sobre cómo reclamar los conceptos que antes hemos descrito. Si bien, es totalmente necesario el poder contar con apoyo médico especialista tanto física como psicológicamente e intentar aliviar la carga emocional que el lesionado puede soportar.

Por ello, en LegalCar tenemos un departamento de grandes lesionados, donde además del servicio médico legal especializado, damos importancia y el valor que merece la empatía y ayuda moral que estos lesionados necesitan.