El criterio de intensidad es un concepto muy importante a la hora de reclamar una compensación por lo daños sufridos en un accidente de tráfico. Básicamente se refiere a la necesidad de demostrar que el suceso sea lo suficientemente grave para poder haber causado los daños que reclaman.
En el siguiente vídeo profundizamos más en el tema, definiendo qué es este concepto y cómo puede afectar a tu reclamación.

¿Qué es?
Cuando tenemos un accidente de tráfico tenemos que cumplir una serie de requisitos legales para poder reclamar por los daños sufridos. Uno de esos requisitos es el criterio de intensidad, que viene a decir que se debe demostrar que el accidente ha sido lo suficientemente fuerte como para poder provocar los daños que se reclaman.
¿Cómo podemos medir esa intensidad?
Técnicamente se utilizan fórmulas matemáticas con datos como las masas de los vehículos, las velocidades, etc. y se ponen en relación a las circunstancias del accidente como la posición de la víctima en el momento del impacto, la previsión del golpe, etc. Al final es habitual que la intensidad se mida utlizando los presupuestos de reparación de los vehículos: a mayor tasación de los daños, mayor intensidad se supone que ha habido.
¿Esto no es bastante “injusto”?
Completamente, pero las compañías han establecido un criterio por el cual accidentes con vehículos con daños tasados por debajo de 400-500€ no cumplen con la intensidad. Los jueces no hacen mucho caso a este criterio, pero las compañías lo alegan en un primer momento para intentar agotar la paciencia de la víctima.
Si la compañía niega una reclamación alegando falta del criterio de intensidad, ¿qué podemos hacer?
La única vía posible es la vía judicial, aportando un informe biomecánico que justifique que la intensidad ha sido suficiente para poder provocar los daños que estamos reclamando.
Lo que recomendamos aquí es siempre buscar una tasación de daños de un taller ajeno a compañías y hacer fotografías de los vehículos en el momento del accidente.